Las cosas ya están mucho mejor, las grandes potencias se unieron y están muy cerca de encontrar la cura, los médicos que habían sido héroes en sus países viajaron a otras naciones para controlar la crisis, los líderes que parecían no entender se inclinaron finalmente a salvar la humanidad y no la economía; todos por alguna razón nos unimos para ayudar y salvarnos.
Yo también hice mi parte:
– Me uní a grupos en redes sociales que transmitían información de fuentes confiables.
– Pegué avisos en las puertas y en las ventanas de mi casa con el mensaje: Vecino soy su domiciliario de confianza, pídame el favor y págueme quedándose en casa.
– Me uní a aquellas compañías que estaban entregando alimentos a las familias más necesitadas de Colombia, a los animalistas que pidieron poner agua y comida en frente de las casas, a los cacerolazos que durante aquellos días fueron usados para dar gracias a los héroes que arriesgaron su vida por la nuestra.
– Me uní a los challenges en redes para despejar la mente, a las reuniones virtuales con mis compañeros de colegio, universidad, familia y hasta estuve en una rumba virtual, que de hecho, ha sido de las mejores.
Todo esto te lo cuento porque debes estar en esa etapa en la que uno se pregunta si esto va a parar en algún momento, si la vida va a ser distinta después de esta crisis mundial o si vamos a seguir siendo los mismos; pero antes de responder las preguntas te voy a dar la solución, hay que unirse con otros para ayudarnos entre todos y así salir adelante.
Ahora sí vamos con las respuestas:
Sí, sí van a parar los días de incertidumbre que hoy estás viviendo; no, la vida no va a ser distinta, vamos a volver a trabajar, a compartir, a viajar, a abrazar, a vivir y a olvidar; así son las cosas hoy y así lo aseguró en su momento uno de los neurofisiólogos más respetados del mundo, Rodolfo Llinás: “ Cuando esto pase, en cuatro o cinco meses, quizás un poco más, se va a olvidar como se han olvidado todas las pandemias (…) Es simplemente un problema que apareció. Produce muerte, produce tristeza, produce problemas momentáneos, locales y luego desaparecen”.
Última respuesta:
No sé, no sé si sigamos siendo los mismos más adelante, hasta el momento seguimos siendo cordiales y solidarios con los demás, seguimos preguntando a las personas cómo están o si necesitan algo, seguimos haciendo planes en familia, valoramos más las cosas sencillas y por mi parte, sigo haciendo uno que otro domicilio.
La clave estuvo en que nos unimos para ayudar y salvarnos; se unieron las familias, los vecinos, los gobernantes y las grandes empresas que como Merqueo y Movistar Arena unieron su experiencia y su equipo de trabajo en pro de un solo propósito:
Lograr que más familias en Bogotá contarán con un servicio de distribución de alimentos mucho más robusto.
No te quedes sin hacer tu parte, ¡únete, ayuda que así nos salvamos!
Saludos,
Tu yo del futuro.