Respeto, amistad, hermandad, frutas y verduras, de la tierrita Sumercé.. Estos son algunos de los significados de una palabra que durante muchos años fue usada por los esclavos para referirse a sus superiores “su merced”.
Después de ser abolida la esclavitud, esta palabra pasó al olvido para muchas comunidades en Latinoamérica, nadie quería recordar de ninguna manera la sumisión, explotación y tiranía a la que habían sido sometidos por tantos años.
Algo muy distinto pasó en Colombia y en especial en Boyacá, “sumercé” tomó más fuerza y lo más importante, empezó a tener un significado completamente distinto, uno con el que la gente se sentía especial, uno que hoy en día habla de respeto, de cortesía, de gentileza y de cordialidad.
Gracias a los primeros hombres y mujeres boyacenses que llegaron a otras ciudades y en particular a la capital, la palabra “sumercé” es usada hoy no solo por personas mayores, también por adultos y jóvenes que sin importar la edad, el nivel social o económico se han apropiado de ella.
Escuchar “gracias sumercé”, “en qué le puedo ayudar sumercé” o “sumercé, siga” habla mucho del momento en el que estamos; el momento de la identidad, del gusto y la preferencia por lo propio, por lo nacional, mejor dicho por lo que da la tierrita.
Hoy comprar, hablar, vender, tener, llevar y usar lo propio, lo colombiano está en la mente y el corazón de todos, y claro, de nosotros también.
¡GRACIAS SUMERCÉ POR COMPRARLE A LOS CAMPESINOS COLOMBIANOS, DESDE HOY LAS FRUTAS Y VERDURAS EN MERQUEO SON SEMBRADAS Y COSECHADAS POR NUESTROS CAMPESINOS!